“Arqueologías de la memoria” es el resultado de un viaje creativo hacia la historia, la memoria y el presente de Cachi realizado por Silvina Martínez, Celia Güichal, Nicolás Preci y Jorge Cabral. El libro recoge las experiencias vividas por un grupo de profesionales, artistas, junto a la comunidad educativa de la Escuela Ejército Libertador Nº 4.404 de Cachi Adentro. La obra invita a reflexionar en simultáneo, la escuela como un espacio cultural y el museo como un espacio educativo.

“Junto a Celia Güichal lo que nos proponemos es inspirar a trabajar desde la polifonía o pluri-vocalidad, permitirnos recorrer y reflexionar sobre la memoria bajo esta perspectiva” nos comenta Silvina. “En mi trabajo en el museo sentía que existe una voz académica, validada, que genera tensión con otras voces que no tienen el mismo acceso a lugares en donde puedan ser escuchadas y es por eso que nos planteamos dar lugar a un diálogo entre estas voces en forma de talleres con la comunidad educativa” detalla la autora.

Al respecto de su línea de investigación, menciona que “recuperamos estas herramientas desde  la arqueología pública porque buscamos dar lugar a espacios en los que podamos construir saberes nuevos con otras voces. En la escuela rural de Cachi Adentro trabajamos con estudiantes de jornada extendida, 60 niños y sus docentes, en un salón enorme... Éramos parte de la comunidad educativa, habíamos realizado diversas propuestas cada una por su lado, podríamos decir que juntas potenciamos nuestros trabajos y aprendimos un montón”.

Silvina señala también el trabajo realizado con los hacedores de la Cultura en los valles calchaquíes, “junto a copleros, artistas de la música, alfareros, artistas de distintas expresiones del arte consideramos que podemos actualizar la memoria en colectivo, a través del quehacer cultural, desde la artesanía, la música, nuestra poesía”.

Asimismo, destacó el trabajo docente, “nos sacamos el sombrero frente al trabajo que realizan los maestros día a día y todo lo que saben, junto a distintos profesionales articulamos con ellos creativamente y en un momento distendido, docentes o niños aportaron sus conocimientos para completar el mapa con el que trabajamos”.

Silvina se encontró con saberes locales que se actualizan y complementan para proponer la construcción de nuevos saberes respetando voces de diferentes actores. “Tanto Celia como yo venimos de la danza y sabemos que hay un saber, una experiencia, un lenguaje que se expresa desde el cuerpo, en otro lenguaje al que estamos acostumbrados y por eso en el libro van a encontrar imágenes en las que transformamos el espacio también desde la corporeidad y las diferentes expresiones artísticas”.

¿Qué otras experiencias podemos vivir en estas instituciones?

“En el museo fue difícil, pero hubo algunos momentos en donde el recorrido se reorganizó de otra manera para compartir la historia y en la escuela logramos transformar el espacio en donde circulan los saberes” nos cuenta la autora, “al final del año, la institución educativa se planteó llevar adelante un museo vivo y lo pusieron en funcionamiento para fin de año. Sacaron todos los bancos y en cada aula representaron un momento de la historia de Cachi, la comunidad educativa lo representó como ellos lo sintieron y trabajaron juntos para armar los distintos escenarios”.

Estas experiencias que se relatan en “Arqueologías de la memoria”, en palabras de su autora, “reflejan todo lo que el compromiso, esfuerzo y la voluntad de la comunidad en su conjunto pueden transformar los espacios educativos y culturales. Creemos que la Escuela puede funcionar como caja de resonancia de una historia viva, permitiendo que el conocimiento genere saberes nuevos e inspirando a decir che, ¿y si hablamos de historia?”.

"Arqueologías de la Memoria" es posible gracias a los aportes del Fondo Nacional de las Artes e Ibermuseos, un programa del Registro de Museos Iberoamericanos.