"Salamanca de los mineros", estreno mundial del Ballet Folklórico
Fecha: 28/06/2019
Noticia de: Ballet Folklórico Gral. Martín Miguel de Güemes
La clásica leyenda del pacto con el Oscuro llega en una superproducción del Ballet Folklórico. Estreno mundial en Salta.
Bajo la dirección de Vidala Barboza, el Ballet Folklórico Gral. Martín Miguel de Güemes presenta Salamanca de los mineros, junto a la Orquesta Sinfónica de Salta. Habrá dos funciones, el viernes 5 y sábado 6 de julio, a las 21.30, en el Teatro Provincial.
Las entradas ya están a la venta en saltaticket.gob.ar y en la boletería del Teatro: Platea y palco $200 y Pullman - Superpullman $100. Promoción 2x1 hasta el 28 de junio. Jubilados y estudiantes tienen un descuento del 50%.
La obra cuenta con música de Germán Mercado, la dirección músical es de Yeny Delgado y la coreografía de Omar Cáceres y Vidala Barboza.
La obra expone la realidad de los mineros y las palliris que, en sus largas jornadas de brutal trabajo, no ven posibilidad alguna de progreso o de un futuro mejor. Entre el dolor, el cansancio y la soledad, el minero se convierte en un ser vulnerable a cualquier tentación.
La acción transcurre en la zona del Cono de Arita, por Tolar Grande llegando al Salar de Arizaro, después de una larga jornada en la mina que deja a los mineros agotados. El minero Eleuterio Mamaní se despierta con una extraña música que lo lleva hasta la entrada del socavón donde voces y luces lo invitan a entrar. Las paredes toman formas femeninas que lo seducen y comienza su descenso por un túnel viejo y clausurado que desemboca en una caverna a la que acuden criaturas fantasmales, en una desenfrenada danza de lujuria y alegría.
Ahí, encuentra al Maligno, quien le ofrece hacer sus deseos realidad, mediante un pacto de sangre. Pero le advierte que deberá pasar por difíciles pruebas y despojarse de aquellos a quien más ama.
La eterna leyenda del pacto diabólico, ahora potenciada en el marco de las penurias de los mineros nos enfrenta nuevamente al histórico dilema humano ¿el fin justifica los medios? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para conseguir lo que queremos?