El jueves 7 a las 21 horas, la sinfónica brindará un concierto integrado por Children’ s Corner de Claude Debussy, y Sinfonía Nro. 6, en si menor, Op. 74 “Patética” de Piotr I. Tchaikovsky. El mismo estará dirigido por la Maestra Elizabeth Vergara Gallego.

 

Las entradas de $1000 pesos ya están a la venta en www.saltaticket.gob.ar  Jubilados y estudiantes, acceden de manera gratuita presentando tarjeta SAETA y certificación que lo acredite. 

Sobre los compositores y las obras

 

Claude Debussy (1862-1918) Compositor francés, uno de los más influyentes de fines del S.XIX principios del S.XX. Se formó en el Conservatorio de París, donde se dedicó a la composición de vanguardia, a pesar de la desaprobación de sus profesores. Debussy fue un gran defensor del Nacionalismo Musical, sus obras son formas de reacción a la tradición musical alemana encabezada por Wagner. Consideraba obsoleta la sinfonía clásica y encontró una alternativa en sus “bocetos sinfónicos”. Su obra es afín al impresionismo literario de Baudelaire, Verlaine, etc. Los que inspiraron sus melodías. A partir de la influencia de la música rusa y del lejano oriente desarrolló su estilo de armonía y colorido musical. Sus innovaciones fueron sobre todo armónicas, utilizaba los acordes de una manera colorista y efectista, típica del carácter vago y ensoñador del “impresionismo musical”. Debussy liberó a la música de las limitaciones armónicas tradicionales, demostró la validez de la experimentación como método para conseguir nuevas ideas y técnicas. A los 40 años alcanzó fama internacional con su ópera Peleas y Melisande. Al final de su carrera se dedicó a la música de cámara. 
 

El rincón de los niños (The Children Corner) En 1906 Debussy se hallaba en plena madurez estilística, transitaba su «revolución» pianística y decidió tomar un respiro, relajar su lenguaje y escribir The Children Corner dedicada a su pequeña hija Claude-Emma, de tres años, a la que llamaban Chouchou, Debussy quería evocar, a través de la música, el mundo inocente y tierno de la infancia y crear una obra que pudiera facilitar el inicio de Chouchou en el mundo de la música, de una manera más lúdica que la habitual. Es una suite, una obra compuesta por la suma de pequeñas piezas independientes, que tienen un elemento común. Consta de seis piezas orquestadas (1911) por André Caplet, amigo del compositor.

 

Piotr Ilich Tchaikovsky (1840-1893) Compositor ruso cuyo estilo ha logrado gran popularidad debido a sus melodías románticas y vida apasionada. Desde pequeño se sintió embelesado por la música de Mozart la cual le sirvió de refugio. Su institutriz observó: “Su delicadeza era infinita. Sufría por todo. Era muy sensible. No nos atrevíamos a hacerle el menor reproche por miedo a provocarle trágicas crisis de desesperación. Había que tratarle con suma precaución. Era un niño de cristal”. Cada composición describe un mundo romántico, dramático y apasionado, que provoca, a quien lo escucha, a sumergirse en estos sentimientos tan intensos. Tchaikovsky no puede ser encasillado como nacionalista ruso por su estilo cosmopolita con modismos europeos, ha occidentalizado su estilo y logrado gran popularidad con su romanticismo y vida apasionada, la que ha cautivado a las generaciones que lo sobrevivieron. Sus melodías suntuosas, de brillante orquestación, transmiten la pasión, el talento y la pasión rusa, combinadas con la estilística francesa. Es considerado “romántico en el crepúsculo del romanticismo”. Hombre de carácter hipersensible y reflexivo, amante de la naturaleza, gran lector y viajero. Sus obras se caracterizan por la belleza melódica, la sutileza rítmica, la orquestación, el desarrollo temático en las sinfonías, el efecto de dramatismo intenso y la evocación literaria de sus poemas sinfónicos.

La Sinfonía nº 6 «Patética» (1893) Es la última sinfonía de Tchaikovsky, cuyo estreno dirigió él mismo, en San Petersburgo, nueve días antes de su muerte inesperada, por cólera. El subtítulo Patética, “patetícheskaya” significa «apasionada» o «emotiva» sugerido por Modest, su hermano. La interpretación más conocida habla de una retrospectiva autobiográfica que desemboca en un réquiem resultante de una premonición. Tchaikovsky admitió, en una carta a su hermano, que lloró mucho mientras la componía. Esta sinfonía es la primera en terminar con un movimiento lento: Adagio lamentoso (los músicos abandonan la orquesta uno tras otro, hasta que solo queda el primer violín). Este final lento refuerza aún más el lado patético de la obra y el sentimiento de desesperación. Su repentina muerte difundió el rumor de que, como Mozart, había compuesto su propio réquiem. La cita en el primer movimiento, de la Misa de difuntos, de la Iglesia Ortodoxa, es uno de los elementos que sustentan esta tesis.