El Comodoro (R) VGM Gerardo Guillermo Isaac ingresó a la Escuela de Aviación Militar el 2 de febrero de 1976, egresando como Alférez y Aviador Militar en diciembre de 1979. En 1980 realizó el Curso Básico de Pilotos de Combate en la IV Brigada Aérea de Mendoza y luego comenzó el curso para piloto de aviones A-4B.

 

En 1982, fue desplazado junto a su unidad a la Base Militar de San Julián y el 30 de mayo participó en una misión conjunta entre la Fuerza Aérea Argentina y la Armada Argentina, que tenía como objetivo atacar al portaaviones británico "Invincible".

 

Durante esta misión, la Armada Argentina lanzó su último misil Exocet con los aviones Super Étendard, mientras que cuatro aeronaves A-4B de la Fuerza Aérea siguieron la estela del misil para llegar al portaaviones y lanzar sus bombas. El Comodoro Isaac, con 23 años, participó en esta operación. De los dos aviones de la Armada, ambos regresaron a su base, mientras que, de los cuatro aviones de la Fuerza Aérea, solo dos sobrevivieron al ataque, siendo el entonces Alférez Isaac uno de los sobrevivientes.

 

El vicecomodoro (R) Ramón Galván destacó la valía del excombatiente: "El Comodoro Isaac es un ejemplo de valentía y dedicación. Su participación en la misión del 30 de mayo de 1982 no solo demuestra su habilidad como piloto, sino también su firme compromiso con la causa. En una de las operaciones más críticas de la Guerra de Malvinas, él y sus compañeros mostraron una capacidad extraordinaria para enfrentar desafíos bajo presión."

 

Asimismo, la ministra de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, Cristina Fiore Viñuales, expresó que: "El testimonio del Comodoro Isaac es una inspiración para todos nosotros. Su historia resalta no solo el coraje de los pilotos argentinos durante la guerra, sino también la importancia de recordar y honrar a aquellos que arriesgaron sus vidas por nuestra patria. Su experiencia en la misión del 30 de mayo refleja un compromiso inquebrantable con la defensa de nuestro país."

 

Finalmente, el comodoro (R) VGM Gerardo Guillermo Isaac, expresó que: "Participar en la misión del 30 de mayo fue un honor, pero también una responsabilidad enorme. Sabíamos que estábamos realizando una operación crucial y que cada acción tenía el potencial de cambiar el curso de los eventos. La colaboración entre la Fuerza Aérea y la Armada Argentina fue fundamental, y me siento orgulloso de haber formado parte de ese esfuerzo conjunto".