Sube a escena nuevamente la Orquesta Sinfónica de Salta con la sexta presentación del Ciclo Haydn, bajo la batuta de su director titular, Noam Zur. La cita será el jueves 4 de octubre, a las 21, en el Teatro Provincial.

Como solista invitada, actuará Anaïs Crestin en piano, artista premiada en diversos concursos nacionales e internacionales (Primer Premio del concurso Chopin de Brest y Primer Premio del Concurso Ginastera de Buenos Aires).

El repertorio elegido incluirá: Sinfonía Nº 82 en do mayor “El oso” de Franz Joseph Haydn, Fantasía (variada) para piano y orquesta de Nadia Boulanger, que se estrenará en Latinoamérica, y Sinfonía Nº 3 en mi bemol mayor,  Op. 55 “Heroica” de Ludwig van Beethoven.

Las entradas generales desde $100 con descuentos del 50% a jubilados y estudiantes se encuentran en venta en la boletería del teatro.

Repertorio

La Sinfonía Nº 82 de Haydn es una de las seis “Sinfonías de París”, estrenada en dicha ciudad en 1787. Comparte con las demás obras del compositor, la extraordinaria sonoridad lograda por equilibrio de los vientos con la cuerda, manteniendo la tensión rítmica de cada movimiento. Es subtitulada “El oso”, por una característica que aparece en el último movimiento y que imita las gaitas con un pedal grave, sostenido y acentuado. Es la música que se empleaba para acompañar a un oso bailarín, integrante del entretenimiento callejero.

Nadia Boulanger nació en el seno de una familia de larga tradición musical. Siendo muy joven ganó el Gran Premio de Roma, la máxima distinción que podía recibir un músico. Fue compositora, pianista, organista, directora de orquesta, intelectual y profesora, considerada “la pedagoga musical más importante que jamás existió”. Se calcula que tuvo más de 1200 alumnos, entre ellos Daniel Barenboim, Leonard Berstein y Astor Piazzolla.

Fantasía para piano y orquesta está construida alrededor de una canción popular rusa, precedida de una introducción y desarrollada en tres grandes episodios rapsódicos. Se reconocen las influencias de César Franck, Gabriel Fauré, Richard Wagner y algo de la rudeza de los ballets de Igor Stravinsky.

La Sinfonía Nº 3 de Beethoven, conocida como Heroica, es considerada el amanecer del Romanticismo musical, ya que rompe con la sinfonía clásica. Beethoven la dedicó a Napoleón Bonaparte, a quien admiraba por sus ideales de la Revolución francesa. Pero cuando este se coronó emperador, Beethoven se dio cuenta de que se convertiría en un tirano. Es una oda a un héroe inexistente, idealizado por Beethoven, recordado como defensor de los derechos y hermandad entre seres humanos.