El encuentro tendrá lugar el jueves 17 a las 21 horas, en el Teatro Provincial “Juan Carlos Saravia”, Zuviría 70.

Se interpretará Romeo y Julieta, Obertura Fantasía de Prior I. Tchaikovsky, Sinfonía N° 4 en Mi menor, Op. 98 de  Johannes Brahms, y Sensemaya, de Silvestre Revueltas.

Cabe destacar que este concierto – y todos los de la etapa concursal- son con entrada libre y gratuita, sin invitación y por orden de llegada. Se invita al público en general a formar parte de esta instancia, y participar activamente con su presencia.

GONZALO HIDALGO ALEXANDER ARDILA (1983) Doctorado en artes musicales, Dirección de Orquesta, Shenandoah, University Winchester, Virginia, EEUU (2014). Magister en Música, Dirección de Orquesta, Universidad EAFIT, Medellín, Antioquia, Colombia (2020). Médico Cirujano Universidad Central, Venezuela, Caracas, Distrito Capital (2013). Se desempeña como Director Asistente de la Orquesta del Conservatorio, Shenandoah University (2021, en funciones). Profesor Itinerante Escuela de Fagot y Dirección, El Sistema (2018, en funciones). Miembro de la Escuela Nacional de Fagot, El Sistema, Caracas, Venezuela (2020, en funciones). Fue Profesor de Fagot Academia de Música Iberacademy (2018 – 2021). Director Huésped Sinfonía por el Perú, Lima – Perú (2019). Director Huésped Orquesta Filarmónica de Caracas, Venezuela (2019). Director huésped itinerante de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, Venezuela (2018). Primer Fagot Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela (2004 – 2018)

Sobre los compositores y sus obras

Piotr Ilich Tchaikovsky (1840-1893) Compositor ruso cuyo estilo ha logrado gran popularidad debido a sus melodías románticas y a su vida apasionada. Desde pequeño se sintió embelesado por la música de Mozart. Su "culpable homosexualidad"; forjó en él un carácter depresivo, antisocial y declaró “No se puede huir del destino, siempre nos alcanza.” Tchaikovsky no puede ser encasillado como nacionalista ruso por su estilo cosmopolita con modismos europeos. Las melodías suntuosas, de brillante orquestación, transmiten la pasión, el talento y la pasión rusa, combinadas con la estilística francesa. Es considerado “romántico en el crepúsculo del romanticismo”, cuya obra refleja su personalidad desigual, compleja, desgarrada, magnificada por el genio, un puente entre dos orillas: nacionalismo y cosmopolitismo, tradición e innovación, ternura y agresividad, masculinidad y feminidad. Hombre de carácter hipersensible y reflexivo, amante de la naturaleza, gran lector y viajero. Sus obras se caracterizan por la belleza melódica, la sutileza rítmica, la orquestación, el desarrollo temático en las sinfonías, el efecto de dramatismo intenso y la evocación literaria de sus poemas sinfónicos. Romeo y Julieta, el primero de sus tres trabajos de música descriptiva, basados en los dramas de Shakespeare, encapsulados en una partitura en la que coinciden los tres temas que lo obsesionaban: el amor, la muerte y el poder del destino. En esta obertura-fantasía el autor comparte las melodías más hermosas y desgarradoras que surgen de sus sensaciones y sentimientos. Es la representación musical de la gran tragedia amorosa de la literatura universal, y de su propia tragedia.

Johannes Brahms (1833-1897) El más clásico de los compositores del romanticismo, pianista y director de orquesta, admirado y reverenciado por sus contemporáneos, una figura destacada en la escena internacional. Su música está arraigada en las estructuras y técnicas de composición clásicas: Haydn, Mozart, Schumann y de L. van Beethoven. Las expresiones Las tres B y La santa trinidad se refieren a Bach, Beethoven y Brahms, los mayores compositores de la historia de la música. Integraba la Guerra de los románticos de la 2° mitad del S. XIX, entre conservadores y progresistas. Su Variación progresiva dio posibilidades de futuro a la música de la Segunda Escuela de Viena, música continuadora de la tradición clásica. La Cuarta Sinfonía (1885) fue estrenada por el autor. Tiene una cualidad arcaica, resultante del uso del modo frigio medieval, un tono predominante de “la sombra de un destino inevitable”. Con sus métodos “anticuados” Brahms crea la sensación de poder acumulativo. La energía renovada del comienzo culmina en variaciones que recuerdan a las de apertura. Las páginas finales de la Sinfonía están cargadas de desafío y erizadas de una intensidad cortante. El crítico Hermann Kretschmar la describió con “ritmos acelerados e inquietos... su energía pulsante repentina, y... la dureza predominante de su carácter”.

Silvestre Revueltas (1899-1940) Compositor, violinista y director de orquesta mexicano, integrante de lacorriente nacionalista formado en su tierra natal y en Estados Unidos. Empezó a componer en 1930, influido por Carlos Chávez, de quien fue director asistente en la Orquesta Sinfónica de México. Su producción musical es muy valiosa, como el ballet El renacuajo paseador y sus obras orquestales: Ocho por radio, Redes, Homenaje a Federico García Lorca, La noche de los mayas, y Sensemayá, la más difundida, que hace referencia a una serpiente tropical. El singular atractivo de las obras de Revueltas surge de su profundo conocimiento de la música mexicana y de la primacía del ritmo. Formó parte de un grupo de autores nacionalistas que buscaba recuperar los valores de la música maya y de las tradiciones aztecas, del pasado prehispánico, además de acercarse a los lenguajes de la vanguardia europea para obtener una auténtica expresión nacional. La música dionisíaca y vital de Revueltas ofrece novedades en todos los sentidos, ya que aprovechó todos los recursos instrumentales, dio a las cuerdas papeles percutivos y a los metales un énfasis melódico que recuerda el sonido de las bandas pueblerinas. En cuanto a la estructura de sus obras, las armonías son disonantes y los contrapuntos chocan rítmicamente, lo que denota la influencia de Stravinsky. Sensemayá (1937) Poema sinfónico basado en el poema homónimo del cubano Nicolás Guillén. Revueltas consiguió alcanzar uno de los puntos más altos en su producción musical, una partitura compleja, llena de texturas ásperas y directas. Comienza con un ambiente ondulante, misterioso, se adentra en el ritual para darle muerte a la serpiente. La tuba se alza vigorosa con la melodía central, las trompetas con sordina yalgunos vientos de madera retoman el discurso de la tuba y la transportan a diversos rangos de expression dinámica y rítmica. El clímax de la obra es fuerte y decidido.