Cerca de 7 mil niños disfrutaron de los didácticos de la Sinfónica
Fecha: 11/04/2019
Noticia de: Orquesta Sinfónica de Salta
Con funciones repletas se realizaron todos los conciertos de la Orquesta Sinfónica de Salta, Rúcula y Chirimoya, música y misterio, en el Teatro Provincial.
Casi 7 mil niños de distintos establecimientos públicos y privados de nuestra ciudad y alrededores vivieron una mañana distinta descubriendo el universo de la Orquesta Sinfónica de Salta.
Los anfitriones fueron Rúcula y Chirimoya, dos condes vegetarianos que hace 19 años se vinieron a vivir a Salta para integrarse a la Orquesta Sinfónica. Aman a Beethoven y se tranquilizan escuchando Mozart, les gusta jugar con los chicos como si fueran investigadores de misterios y tienen una gran vocación docente.
Por eso fueron guiando a los asistentes a una experiencia sonora inolvidable, transmitiéndoles su pasión por la música clásica. Los chicos disfrutaron de una adaptación del brindis de la Traviata y fragmentos de piezas célebres como la Sinfonía Do de Bizet, la Sinfonía Nº 40 de Mozart, y Tannhauser de Wagner, entre otros.
También les enseñaron de qué se trata el tempo orquestal, las texturas musicales y las polifonías. Y finalmente los invitaron a bailar con distintos arreglos orquestales de música de película y piezas de Juan Luis Guerra, Los Beatles, y Chacho Echenique.
Dirigido por la maestra asistente de la Sinfónica Yeny Delgado, la función contó con las actuaciones Emilio Lépez, Gabriela del Cid y Cristina Altobelli. Los arreglos orquestales son estuvieron a cargo de Fernando Giménez, clarinetista de la agrupación.
“Buscamos bajar otros contenidos que les sirva a los docentes para el trabajo áulico”, puntualizó Emilio Lépez, quien interpretó al conde Rúcula. “Hemos recibido una comunidad educativa, muy ávida y muy abierta”.
“No es sólo música, transversalizamos muchas cosas”, contó Gabriela del Cid, quien fue la Condesa Chirimoya. “Quisimos hablar también del tema ambiental y de la importancia de una buena nutrición”.
“Venimos trabajando hace más de siete años con esta nueva modalidad, más bien pedagógica. Es una clase de música amena, didáctica y divertida”, explicó Yeny Delgado. “Esta vez queríamos que conozcan no sólo las familias de instrumentos sino también quienes los ejecutan. Y además avanzar en algunos conceptos del lenguaje musical”, agregó.