La exposición está habilitada en la Planta Alta, con entrada gratuita (La Florida 20).

Inspirados en esta rica colección, tres argentinos enfrentaron el desafío de incorporar el arte de Africa a sus respectivas creaciones productivas. Nos referimos a Eduardo Mac Entyre, artista visual; Andrés Barragán, fotógrafo profesional; y Guillermo Mac Loughlin, artista y serigrafista. 

Familiarizados con las piezas de la colección, estos tres artistas supieron captar las sutilezas y turbulencias internas del Arte Africano, intentando pasar por la tierra incógnita de lo mágico y lo desconocido ancestral con una mirada penetrante.

El ojo de África está presente en sus impactantes impresiones creativas que quedaron plasmadas en técnicas mixtas, oleos, fotografías y serigrafías, sin pretensiones de superioridad artística o cultural, sin imponer ninguna escuela estética determinada, profesionalmente rescatando con admiración y objetividad las vibraciones propias y ajenas que median entre los objetos con sus espíritus vivos y la variedad de formas que los contienen.

El desafío para el creador argentino fue su esfuerzo innovador descomunal, que hoy día forma parte integral de la Colección Campomar para el deleite de todos los argentinos.

El juego de contrastes entre lo moderno y primigenio que representa la genial percepción africana de Mac Entyre y la sensibilidad fotográfica de Barragán, con un juego de luces que develan los secretos de los rituales, exigiendo un ejercicio visual de comprensión intelectual y engranaje histórico equilibrado, disparidad de formas que deberían estimular, tanto al historiador del arte, al curador y al visitante, como a futuros artistas hurgando en el lenguaje del arte primigenio, sabiendo reconocer que en la antigüedad los factores vitales no son parejos a los contemporáneos.        

Texto: Marta Campomar